Cómo hacer torrijas de manera sencilla y en casa

Cuando llegan la Cuaresma y la Semana Santa, los restaurantes incorporan a su carta un postre típicamente español y muy tradicional en estas fechas: las torrijas. Sin embargo, por lo general, resulta caro comprarlas en los establecimientos gastronómicos, tanto si se trata de locales de restauración como de pastelerías. Ahora bien, es una receta fácil, atractiva y muy sabrosa que puedes hacer en casa. Por ello, queremos contarte cómo hacer torrijas.

Es un hecho incuestionable que la gastronomía española destaca por su enorme variedad de dulces. En realidad, contamos con un postre específico para cada celebración, y a veces hasta dos. Las torrijas tradicionales figuran entre la repostería más característica y consolidada de nuestro país.

Se elaboran con ingredientes humildes, que todos tenemos en casa. De hecho, surgió como receta de aprovechamiento, ya que permitía reutilizar el pan duro que llevaba un tiempo en casa. Tras un sencillo proceso las torrijas con miel, con azúcar, con canela o con tu ingrediente secreto se convierten en un auténtico manjar. ¿Tienes el delantal a mano?

Esta receta gusta tanto a mayores como a pequeños y ya ves que son ingredientes muy sencillos.

Cómo hacer torrijas caseras

Si sigues nuestras indicaciones vas a preparar unas torrijas tradicionales increíbles, con las que todos os chuparéis los dedos. Si, de verdad, quieres saber cómo hacer torrijas caseras toma nota de cuáles son los ingredientes que necesitarás.

No son productos sofisticados, seguro que la mayoría ya los tienes: pan, leche, aceite, huevo, sirope y cariño. ¿Hablamos de cada uno de ellos? Planteamos la receta para hacer en torno a 20 torrijas, tenlo en cuenta al considerar las proporciones.

Pan

En sus orígenes, esta receta nació con la finalidad de aprovechar el pan sobrante que se había quedado duro. Todavía sigue siendo una práctica habitual en determinados hogares pero, no nos engañamos, la mayoría de las torrijas caseras actuales se realizan con pan del día anterior. Esto es así porque, cuanto más compacto es, mejor absorbe y retiene la leche. En consecuencia, mejor si no improvisas tu receta: planifícala con un día de margen para contar con el pan adecuado.

El mejor pan para hacer torrijas es el pan blanco.

Si bien se venden panes especiales para hacer torrijas, no son imprescindibles. Una buena barra con mucha miga, que esté dura será suficiente. Para hacer 20 torrijas, precisarás entre 750 gramos y 1 kilogramo de pan.

Leche

Utiliza un litro de leche entera y mézclala en un bol con 100 gramos de azúcar y una rama de canela. Ponlo a calentar y, con antelación a que hierva, apaga el fuego. A continuación, empapa las rebanadas de pan en la leche y permite que reposen entre cinco y diez minutos sobre una bandeja. De este modo, el pan adquiere todo el sabor de la leche y tu postre quedará aún más rico.

Puedes utilizar leche sin lactosa o leche vegetal para que tu receta sea apta para todos.

Aceite y huevo

La fritura es la única parte delicada de este proceso. Cuando tengas la seguridad de que tus torrijas han absorbido bien la leche y van a quedar ricas, pásalas por huevo batido, empapa a conciencia ambos lados de cada una y comienza a freírlas.

Lo habitual en las pastelerías es emplear aceite de girasol, pero a todos nos gusta más el de oliva. Tú decides cuál usar. Caliéntalo a unos 170 grados. Con un par de minutos de fritura es suficiente, pero hazlo siempre de una en una o de dos en dos, para que el aceite no se enfríe. Si empleas la freidora controlarás mejor el tiempo, aunque recuerda que el aceite utilizado ha de ser nuevo.

Si haces la receta con niños debes tener especial cuidado en este paso ya que el aceite caliente les puede quemar.

Un truco importante en este proceso es colar el aceite periódicamente (cada 15 torrijas, más o menos). De este modo eliminarás la rebaba del huevo, que se traduce en unos antiestéticos y poco agradables puntos negros sobre las torrijas.

Sirope

En este punto, la creatividad y los gustos personales toman especial protagonismo. Pese a que algunos (pocos) deciden saltarse este paso, lo habitual es añadir un toque adicional de dulzor, aunque no tanto como para empalagarlas.

Las torrijas con miel se preparan cociéndolas con un poco de agua. También la mezcla de jarabe de azúcar y agua, al 50 %, es otra alternativa. En ocasiones, se añade a la mezcla una rama de canela o peladuras de naranja o de limón para aportar un aroma adicional.

Puedes ser más atrevido y combinar tus torrijas con siropes de sabores como chocolate, fresa o caramelo.

Lo más importante, prepáralas con cariño

Al tratarse de una receta sencilla y rápida es ideal para introducir a los niños en el mundo de la cocina.

Este ingrediente, que no puede comprarse en los supermercados, resulta esencial para el éxito de tu receta. El emplatado, realizado con delicadeza y cuidado, las convierte en mucho más apetecibles. Por ello, olvídate de las bandejas en las que se amontonan indiscriminadamente. No olvides que saben mejor el mismo día en el que se han hecho, tras haberlas conservado a temperatura ambiente. Si las metes en el frigorífico, se quedan tiesas y pierden sus matices.

Sorprende a tus invitados y haz que quieran comerse todas las torrijas solo de verlas.

Ahora que ya sabes cómo hacer torrijas, no te pierdas este postre casero, tradicional y delicioso. ¿Te animas a prepararlas?