20 Nov 10 consejos para pasar la Navidad con tu perro
Te contamos los mejores trucos para que pases una Navidad genial junto a tu fiel amigo.
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Las fiestas de Navidad son un momento para estar con tus seres queridos, incluyendo… ¡tu fiel amigo perruno! Seguro que a ti te gusta disfrutar de la Navidad, pero… ¿y a tu mascota? Puede que quizá no tanto.
A nuestros amigos perrunos pueden alterarlos tantos cambios, tantas luces y tanta gente… ¡por no hablar de los petardos y otros estruendos! Hay que tener cuidado para que no haya ningún accidente y te toque levar a tu perro al veterinario.
10 consejos de seguridad para pasar una Navidad genial con tu perro
Recuerda siempre que eres el responsable de la seguridad de tu mascota y que él no entiende de festividades, solo quiere ser feliz y jugar contigo, por lo que quizá deberías tomar nota de estos consejos:
1. Cuidado con el árbol de Navidad
Para tu perrito puede ser una gran tentación colocar un árbol gigantesco con un montón de cosas interesantes… Su curiosidad puede hacer que se haga daño con algo o ingiera alguna figurita. Intenta no dejar cosas a su alcance u optar por otra opción decorativa adaptada o menos peligrosa.
2. Ojo con las luces
Si eres de los que llena la casa de cables y luces, debes tener cuidado. Tu mascota podría quemarse con la iluminación, provocar un accidente o enredarse en los cables.
Ten especial cuidado con los aparatos complejos y nunca los dejes encendido si no estás en casa y está el perrito solo.
3. Flores y otras plantas
Durante esta época es probable que alguien te regale la flor de Pascua u otro tipo de ornamentos vegetal. Tu perro puede ingerirla o puede provocarle una reacción en los ojos u otros órganos. Procura mantenerlas fuera de su alcance.
4. Nieve u otros elementos de decoración
Si decoras tu hogar con nieve de decoración u otros productos similares como el confeti, asegúrate de que no son tóxicos por si tu fiel amigo los lame o ingiere.
5. Los restos de la cena
Por mucha pereza que te dé, has de recoger los restos de comidas y grandes cenas para que no estén al alcance de tu mascota. Si tu perro come polvorones, turrón o cualquier otro tipo de alimento para el que no está preparado, podrías provocarle una indigestión… por no hablar de bebidas alcohólicas, cigarrillos o cualquier otro elemento peligroso que quede sobre la mesa.
6. Cuidado con los ruidos estridentes
No podemos controlar el uso de fuegos artificiales o de petardos que utilicen terceras personas, pero sí podemos evitarlos en nuestro entorno, recordando a familiares y amigos que no deben utilizarlos.
Si en la calle hay ruidos de ese tipo, intenta calmar a tu fiel amigo, pero sin sobre protegerlo, para que no aumente su miedo.
7. Haced cosas juntos
Procura mantener ciertas rutinas que hacías con él. Si las calles por las que solíais ir están ahora llenas de gente, busca otros planes similares pero que no impliquen aglomeraciones ni visitas a casas de familiares donde los grupos de gente pueden alterarle. En la medida de lo posible, intenta pasar buenos momentos con él en tranquilidad.
8. Precaución con los disfraces
Si disfrazas a tu pero con motivos navideños procura que su seguridad nunca se vea comprometida, no vaya a ser que sufra algún percance o no pueda respirar con normalidad, especial cuidad con gorros o bufandas.
9. Velas y fuego
Las velas son un símbolo de la Navidad por su significado trascendental y su especial luminosidad, pero pueden ser un peligro para tu fiel amigo y para ti si las tira sin querer y provoca un incendio. Lo mismo sucede si encendéis la chimenea.
10. Los peligros del chocolate
Cuidado con el chocolate y los dulces que pululan por las casas. A tu mascota pueden causarle diarreas o vómitos, sobre todo si no estamos pendientes y no sabemos exactamente cuánto ha comido ni qué. Aléjale de las fuentes de estos dulces por su propia seguridad.
Para finalizar, entiende que la Navidad puede parecerte muy divertida, pero puede que no lo sea tanto para tu fiel amigo. Además, los animales son muy sensibles a los cambios: primero le costará acostumbrarse al bullicio y a las reuniones sociales, y luego, cuando todo vuelva a la normalidad, es probable que esté nervioso o alterado o que aparezcan otros problemas de comportamiento. Dale tiempo e intenta adaptar tu Navidad a su forma de ser, al fin y al cabo, es uno más de la familia.