04 May Los 5 tipos de yoga y para qué sirve cada uno
Si estás considerando la posibilidad de apuntarte a yoga, descubre qué tipos existen. Así podrás escoger la opción más idónea para ti.
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- Para qué sirve el yoga
¿Estás pensando en apuntarte a clases de yoga? Si es así, recuerda que existen múltiples tipos de yoga con sus características y aplicaciones. Informarte es la mejor opción para acertar al escoger el más adecuado. ¿Quieres conocer cuáles son los principales?
Las claves de los diferentes tipos de yoga
Dado que el yoga es mucho más que una manera de ejercitarte físicamente, pues afecta también a tu mente y tu espíritu, resulta fundamental elegir correctamente cuál es la modalidad más indicada para ti; esa cuyas posturas de yoga van a acercarte a la plenitud y te harán sentir muchísimo mejor.
En realidad, existente muchísimas variantes, casi tantas como maestros o escuelas que las impulsan. Pero aquí hemos reunido las cinco más interesantes, y vamos a contarte algunas de sus características más significativas.
¿Sabías que la palabra “yoga” proviene del sánscrito “yogah” que significa “unión”? El término hace referencia a una disciplina física y mental que se originó en la India.
Ashtanga Vinyasa
Conocido también como yoga de los guerreros, se trata de una ejercitación muy vigorosa que ayuda a alcanzar una forma física notable, aunque al mismo tiempo precisa de una dedicación y un trabajo superiores a otras opciones. Con él atesorarás fortaleza y flexibilidad, te relajarás tras su realización y, desde luego, te exigirás un notable esfuerzo físico. Progresivamente empezarás a sentir un mayor autoconocimiento y una sensación de paz interior verdaderamente gratificante.
El Ashtanga Vinyasa Yoga es un estilo de yoga fluido y dinámico, en el que las posturas (asanas) se enlazan unas con otras a través de diversos movimientos (vinyasas), con una respiración sincronizada.
En sus posturas, la respiración se convierte en un aspecto determinante y, sobre todo, se recomienda para jóvenes, adolescentes y público general activo y muy dinámico, ese que tiene dificultades para concentrarse o relajarse desde el primer momento y precisa, o prefiere, un trabajo físico exigente.
¿Sabías que se practica 6 días a la semana, 5 de ellos estilo Mysore y 1 de ellos mediante clase guiada? Los días de luna llena o luna nueva no se practica ya que el cuerpo es más propenso a lesionarse.
Hatha Yoga
Esta opción tiene también un alto componente físico, pues se basa sobre todo en las posturas de yoga. Existen textos que la sitúan ya en el siglo XV y es una atractiva combinación de asanas, respiración, mantras, meditación y concentración.
Se trata, por otra parte, de la práctica más común y extendida, sobre todo en Occidente. La principal diferencia respecto a la anterior es que sus posturas son mucho menos exigentes y, por ello, suelen mantenerse más tiempo. Sus técnicas persiguen armonizar y purificar los sistemas corporales, a la vez que enfocan la mente hacia prácticas superiores.
Una clase básica de Hatha Yoga debe integrar posturas físicas (asanas), ejercicios respiratorios (pranayamas) y un trabajo o conciencia interior a la que se llega a través de la relajación y la meditación.
Kundalini
Es el denominado yoga de la conciencia. A partir de las herramientas compartidas por los diferentes tipos de yoga: posturas o asanas, respiraciones energéticas, meditación y repetición de mantras, incluye sesiones con una duración mínima de 11 minutos para dinamizar y trabajar toda la condición humana.
No se trata tan solo de una práctica periódica, sino que se concreta en una auténtica filosofía de vida que incorpora lecciones aplicables sobre alimentación, cuidado de la salud, psicología y relaciones sociales. Si padeces problemas de ansiedad, vacío existencial, problemas emocionales o principios de depresión, te ayudará notablemente.
En el marco del hinduismo, la kundalini se describe como una energía intangible, representada simbólica y alegóricamente por una serpiente que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los siete chakras). Se dice que, al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte.
Iyengar Yoga
Se trata, en realidad, de una variación del hatha yoga y es una fórmula relativamente reciente, pues comenzó a desarrollarse el siglo pasado. Centra la atención en la perfecta alineación de la postura e impulsa una gran permanencia en ella. Físicamente es, por ello, uno de los más exigentes que existen, aunque también requiere una sobresaliente interiorización de los asanas y un elevado conocimiento interior.
Tanto la biomecánica como la anatomía adquieren gran preponderancia en sus clases y, especialmente, pretende garantizar un dominio excelente de las distintas posturas. Es decir, se centra más en la calidad que en la cantidad de ellas. Si tienes problemas de cuello o de espalda, quieres aliviar dolores u optimizar en general tu salud, no dudes en apuntarte.
A diferencia de otros tipos de yoga, el Iyengar Yoga apoya el uso de accesorios como almohadas, mantas, bloques, sillas y correas. Esto hace que sea un buen punto de entrada para los principiantes.
Power Yoga
De entre los diferentes tipos de yoga que hemos elegido, este es especialmente recomendable para personas que viven en los entornos agitados y estresantes del mundo moderno. Es una práctica de alto nivel, capaz de mejorar salud, calidad de vida y fortaleza mental de cuantos la realizan.
Este tipo de yoga surge en Estados Unidos por varios maestros, entre ellos Baron Baptiste. Lo que pretendía con la creación del Power Yoga era crear un estilo que viniera del Ashtanga pero que fuera accesible a todos los niveles.
Sus posturas sanas refuerzan y agilizan tanto el cuerpo como la mente, y combinan el sudor y el esfuerzo corporales con la profundidad espiritual. La psicología adquiere en estas clases un gran protagonismo, pues el objetivo es desarrollar un nuevo estilo de vida global, mucho más saludable, satisfactorio y pleno.
Para qué sirve el yoga
Puedes encontrar fácilmente cuáles son los beneficios de la práctica del yoga en muchos textos de Internet. Ahora bien, su objetivo principal es hacer que estés mejor. Y lo consigue considerando tu cuerpo, tu mente y tu espíritu como un todo que puedes mejorar desde la concentración, la respiración, la devoción, la concentración y la acción corporal.
Rápidamente empezarás a notar sus efectos de modo global. Te sentirás más a gusto, percibirás un aumento de tu paz interior, un mayor equilibrio personal y una capacidad de enfoque y concentración muchísimo mayores. Además, apreciarás también efectos positivos en tu vida sexual, tu rendimiento laboral y tu peso corporal.
Ahora que conoces qué tipos de yoga existen, ¿por qué no los compartes en tus redes? Quizá encuentres un cómplice con el que apuntarte a clases.