13 Sep Cómo adaptarse al trabajo después de las vacaciones
Los mejores consejos para adaptarse al trabajo tras las vacaciones y poder volver a la rutina poco a poco y lleno de energía.
- keyboard_arrow_right Trucos para combatir el “síndrome postvacacional”
Adaptarse al trabajo tras las vacaciones no es fácil y los ecos del verano seguirán sonando en tu cabeza hasta principios de otoño…
Por eso no es de extrañar que algunas personas sufran lo que los psicólogos llaman “síndrome postvacacional”, que es una melancolía característica de la vuelta al trabajo. Hoy vamos a contarte algunos trucos para acabar con ella de manera sencilla.
Trucos para combatir el “síndrome postvacacional”
En verano puede que lo hayas pasado muy bien pero, por mucho que hayas desconectado, el trabajo te estará esperando a la vuelta de vacaciones. Además, septiembre suele ser un mes duro donde se inician muchos proyectos y ya puedes irte olvidando de una suave rentrée…
¿Quieres saber cómo adaptarte mejor a la vuelta al trabajo? No te pierdas estos consejos.
1. Empieza poco a poco
Aunque haya montañas de trabajo esperando, lo mejor que puedes hacer es tomártelo con calma. Durante tu ausencia la empresa no ha quebrado ni se ha hundido en bolsa ni probablemente haya pasado nada relevante porque algunos temas no hayan salido.
Con la misma filosofía, empieza poco a poco y sin agobios, no va a pasar nada porque tardes unos días en sacar todo lo que hay que hacer.
2. Haz cosas que te gustan
Seguro que en tu trabajo hay tareas más gratificantes que otras, empieza por ellas. Si empiezas haciendo lo que te gusta, es más probable que cojas el ritmo adecuado.
Además, esto no aplica solo al trabajo estrictamente, sino a todo cuanto le rodea: ¿te gustaba ir al gimnasio a mediodía?, hazlo; disfrutabas saliendo a comer con tus compañeros, adelante. Haz todas las cosas que más te aportaban y verás cómo cambia tu perspectiva.
3. Cambia cosas
Una buena idea para romper con la monotonía del trabajo es darle un nuevo enfoque. Este es el mejor momento para cambiar tu entorno o decoración en el trabajo… ¡parecerá que es un sitio totalmente distinto!
Asimismo, aprovecha para ir por otro camino o variar el modo de transporte. Los cambios harán ver a tu cerebro que no se trata del rollo de siempre.
4. Replantéate lo que no te gustaba
Al igual que vas a fortalecer las cosas que amabas de tu trabajo, es el momento de plantearse las que no… ¿Qué era lo que más odiabas? ¿Es posible hacerlo de otra manera?
Cuando estamos en la vorágine del día a día es difícil cambiar los procedimientos, pero ahora es muy buen momento.
Calibra las alternativas para esas tareas más monótonas o complicadas o busca opciones para deshacerte de ellas y focalizarte en lo que más rédito puede ofrecerte a ti y a tu empresa.
5. Cuestiona tu meta
Seguramente el verano te habrá hecho olvidar todo lo relativo a la oficina, pero quizá esta sea la ocasión perfecta para reflexionar… ¿este trabajo es realmente el que me gusta?, ¿es aquí donde quiero estar?, ¿me imagino en este puesto dentro de algunos años?
Valora tus objetivos para salir reforzado si ese trabajo es parte de tu camino o busca nuevas opciones si crees que no lo es.
6. Las vacaciones volverán
Recuerda que, aunque aún falte mucho tiempo, las vacaciones volverán algún día con nuevas e ilusionantes aventuras por delante. Además, no vas a trabajar todos los días… hay fines de semana, puentes, “acueductos” y en nada están aquí las vacaciones de Navidad.
La vuelta al trabajo no significa una condena, sino simplemente eso, volver al trabajo.
7. Nuevos objetivos
Septiembre es el mes perfecto para iniciar una nueva actividad. Aprender un idioma, apuntarte al gimnasio, tocar un instrumento o adquirir nuevas habilidades serán un aliciente para enfocar la vuelta con más optimismo. Enfréntate a nuevos retos y tu cerebro y tu ánimo lo agradecerán.
Para terminar, recuerda que el trabajo solo es eso, trabajo. El trabajo no te representa, no eres tú, solo una parte. Disfruta de la parte que te gusta y no te agobies demasiado por lo que no, al fin y al cabo… el año que viene habrá otro verano esperándote.