Estomatólogos en el barrio de El Bon Pastor en Barcelona (Barcelona)

Es cierto que puedes encontrar médicos dentistas en centros de salud y hospitales, pero para tratamientos personalizados y de mayor calidad lo más habitual es acudir a clínicas dentales privadas. Puedes consultar un buen directorio de dentistas en las páginas amarillas.

Principalmente, esto se debe a la imagen que todos tenemos impresa sobre los profesionales de esta rama de la medicina: la de que usan técnicas rudimentarias, muy molestas, e incluso dolorosas, que prácticamente van a convertir la consulta en una cámara de tortura para el paciente. Sin embargo, los métodos clásicos de odontología son cosa del pasado y hoy en día no tienes nada que temer gracias a las modernas técnicas de anestesia y de operación precisa. La odontofobia es cosa de otra época 😉

Existen algunas maneras para asegurarte de que el dentista al que vas a acudir es de confianza: – Para empezar, una clínica que funciona de la manera correcta contará normalmente con el mismo equipo de profesionales. Un centro en el que la rotación del personal sea muy alta, o que no te proporcione la atención de la persona que tú quieres, no es de mucha confianza. – Un buen dentista se preocupa de examinar adecuadamente encías y dientes, de comprobar cómo muerde tu boca, y te informa sobre las repercusiones de cada tratamiento. – Las recomendaciones de conocidos o de los clientes ya atendidos, que dejan sus valoraciones en las redes sociales o los sitios web de las clínicas, pueden ser otra manera de acertar con la elección de tu dentista.

Conocemos como mala praxis a la situación en la que un dentista no realiza sus funciones con la diligencia que se le supone en relación con las prácticas que definen su profesión. También se conoce como negligencia dental.

Como mínimo, lo correcto sería que visitaras al dentista al menos una vez al año para que te realice una revisión bucal y un lavado, un procedimiento que a veces se hace con los niños, pero que algunos adultos tienden a desechar.

Llamamos urgencia dental a aquellos procedimientos de atención que tienen por objetivo paliar los síntomas de dolor agudo, normalmente asociados a piezas dentarias y las mucosas que las envuelven.

La primera vez que hay que llevar a un niño a su primera revisión, salvo que tenga algún problema previo, debería ser cuando la dentadura de leche ya se encuentre completa, en torno a los tres años. Tras ese primer examen, las revisiones se harían en periodos de unos seis o doce meses, si no existen incidencias entremedias.

Si quieres tener la boca sana, lo primordial es preocuparte por la higiene de tus dientes, así como mantener una serie de hábitos saludables que reducirán los riesgos de contraer cualquier enfermedad o tener cualquier molestia. Siguiendo unos sencillos consejos de higiene y cuidado evitarás acudir al dentista por algún problema grave.

Según los expertos, lo ideal es que sigas una secuencia, dividiendo la boca en cuatro sectores, y empezando desde arriba a la derecha, y pasando hacia la izquierda. Después pasar al sector del mismo lado, pero abajo, e ir cepillando hacia la derecha.

Los tratamientos de moda actualmente entre los pacientes de odontología son todos aquellos en los que se busca una mejora de la estética bucal, como el blanqueamiento dental, las ortodoncias invisibles y las carillas dentales.

La especialidad de los ortodoncistas consiste en el estudio, prevención y corrección del desarrollo alterado y las formas arcadas de dientes y maxilares. De este modo se restablece el equilibrio en forma y funciones para tu boca, lo cual también redunda en la estética facial. Ahora que sabes casi todo sobre los dentistas, y que ya sabes que no hay nada que temer, ¡comparte este artículo para informar a más personas!