COLEGIO DIVINO SALVADOR S.L. Vigo

Acerca de COLEGIO DIVINO SALVADOR S.L.

El Ideario que impulsa nuestro centro se basa en una educación personalizada de los alumnos para que cada uno pueda alcanzar el máximo desarrollo de sus capacidades y aptitudes, formar su propio criterio y obtener la madurez necesaria y los conocimientos necesarios para adoptar sus decisiones con libertad y con un sentido de responsabilidad. Formar personas es nuestro objetivo, a través de una educación integral de los estudiantes en los aspectos formativos, creativos, artísticos, físicos y críticos a partir y respetando sus propias potencialidades y habilidades.

Promovemos una educación integral, coherente, humana y personal. Todas las actividades que se realicen en el centro deben basarse en el máximo respeto a la libertad de conciencia y la tolerancia, entendemos que, en el contacto diario con el docente, los alumnos tienen el principal recurso educativo porque la educación debe ser humana y personal. La relación profesor-alumno siempre estará basada en el respeto.

Nos caracterizamos por el estrecho contacto con las familias. Tenemos un carácter abierto y social, sin discriminación de ningún tipo, a la libre elección de los padres, a la vez que ofrecemos como servicio a Coruxo y municipios cercanos para su desarrollo social y cultural.

Promovemos, en cada actividad, la tolerancia, la convivencia, la paz, la libertad y el respeto a todas las culturas y, en particular, a nuestra cultura gallega. Para lograr el pleno desarrollo del alumno y poder transmitir conocimientos y valores, la disciplina es fundamental. Educar en disciplina es educar en el respeto a sí mismo y a los demás, así como la consecución de hábitos de trabajo y capacidad de esfuerzo que permitan a los alumnos la consecución de las metas que se proponen. Valoramos y premiamos el esfuerzo y la excelencia.

Trabajamos entendiendo que nuestra actividad formativa y educativa se considera delegada y colaboradora, no sustituta, de la acción educativa familiar. El derecho y la responsabilidad de la educación de los niños corresponde siempre a sus padres o tutores legales, a quienes la escuela asiste en su tarea de primeros educadores.