Violeta Conde Alonso Madrid

Acerca de Violeta Conde Alonso

Violeta Conde Alonso es psicóloga y psicoanalista con una sólida trayectoria clínica, comprometida con el bienestar emocional de niños, adolescentes y adultos. Su enfoque se basa en el psicoanálisis lacaniano, permitiendo una escucha profunda y personalizada que ayuda a cada persona a encontrar su propio camino de transformación. Desde un espacio seguro y sin juicios, Violeta acompaña procesos de ansiedad, depresión, dificultades en las relaciones, duelos, crisis vitales, conflictos familiares y otros síntomas que afectan la vida cotidiana. Cada proceso terapéutico es único. La escucha atenta y rigurosa permite abrir nuevas posibilidades para vivir de forma más libre y consciente. Violeta trabaja tanto de manera presencial en el centro de Madrid como de forma online, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Su formación en psicología clínica, junto con años de experiencia en consulta, la convierten en una profesional altamente capacitada. Forma parte de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, una comunidad de reflexión y estudio que enriquece su práctica diaria. La psicoterapia no es solo un alivio del malestar, sino una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Buscar ayuda puede ser difícil, pero también puede marcar el inicio de un cambio profundo. Aquí encontrarás un lugar para hablar, pensar y ser escuchado. Un espacio donde el sufrimiento puede transformarse. Donde no se impone una solución, sino que se construye una salida propia. No hay respuestas universales, pero sí un trabajo posible para cada uno. La terapia es un acto de responsabilidad hacia uno mismo. Y también, un acto de deseo: el deseo de vivir de otra manera. La consulta ofrece un acompañamiento cercano, profesional y ético. Se trabaja con respeto absoluto por la singularidad de cada historia. No es necesario tenerlo todo claro para empezar. A veces, basta con dar el primer paso. Violeta te acompaña en ese recorrido. Con compromiso, escucha y experiencia. Porque tu malestar merece ser escuchado. Y tú mereces estar bien.