09 Sep Origen de algunas de las más conocidas expresiones del español
¿Sabes el origen de algunas de las expresiones más conocidas del español?
- keyboard_arrow_right Expresiones típicas españolas
¿Nuca te has preguntado de dónde bien tal o cual expresión? Nuestro idioma está lleno de giros y expresiones que esconden un significado o una historia oculta. Las academias de idiomas nos enseñan las distintas lenguas, pero muchas veces no dedican tiempo a explicar el significado de determinados dichos populares.
Expresiones típicas españolas
Toma nota porque seguro que las has usado más de una vez, pero… ¿a que no sabías su origen? A continuación, te explicamos el significado de algunas de las principales expresiones de nuestro idioma.
Estar en Babia
Significa:
No enterarse de algo o encontrarse distraído.
Origen de la expresión:
Babia es una zona al norte de León donde había mucha caza. Los reyes de León se ausentaban allí largos períodos para practicar este deporte, por lo que, dado su difícil acceso y comunicación, mientras estaban en Babia no se percataban de lo que sucedía en el reino…
Dársela a alguien con queso
Significa:
Engañar a otra persona.
Origen de la expresión:
En la Edad Media, cuando algunos taberneros querían vender vino que no estaba ya en buenas condiciones, lo hacían añadiendo una tapita de fuerte queso curado, con lo que disimulaban el sabor a picado…
Irse de picos pardos
Significa:
Tener una aventura con un amante.
Origen de la expresión:
Carlos III obligó por decreto a que las prostitutas llevaran unas faldas de color pardo con corte de picos en el bajo. Era la manera de que se diferenciaran de otras mujeres que pasearan por la calle. Con el tiempo se popularizó como expresión de infidelidad.
Armarse la gorda
Significa:
Organizarse una trifulca o revuelo importante.
Origen de la expresión:
En 1868 se organizó una revuelta en España llamada “La gloriosa” contra Isabel II, algunos, cruelmente y en referencia a las formas orondas de la reina, llamaron así también a esta revuelta.
Hacerse el sueco
Significa:
No darse por aludido o hacer ver que no se entiende lo que a uno se le dice.
Origen de la expresión:
Sueco viene de zueco, que viene de “soccus”, que era el calzado que utilizaban los personajes cómicos en la antigua Roma. Estos actores actuaban con torpeza y con frecuencia hacían ver que no se enteraban de algo.
Echarle a alguien el muerto
Significa:
Traspasarle a alguien una responsabilidad, por lo general un castigo, pena o culpa sobre algo.
Origen de la expresión:
Volvemos a la Edad Media… cuando se encontraba a alguien asesinado en una aldea y no se sabía el culpable para ajusticiarle y que pagara las costas, era el pueblo entero el que debía hacerlo y pagar un impuesto al rey o al noble de la zona. Para evitarlo, cuando alguien aparecía asesinado sin que apareciera el culpable, los vecinos lo trasladaban sigilosamente al pueblo de al lado…
Poner los cuernos
Significa:
Engañar a la pareja de uno/a con otra persona.
Origen de la expresión:
No salimos de la Edad Media para encontrar el origen de esta expresión, que viene del conocido “derecho de pernada” por el cual el señor de la zona podía mantener relaciones sexuales con la futura novia de una pareja de comprometidos la misma noche de bodas. Al parecer, se ponía una cornamenta en la puerta de la habitación para avisar al futuro marido de que no entrara, ya que su nueva esposa estaba manteniendo relaciones con el noble de turno.
Ponerse echo un basilisco
Significa:
Enfadarse mucho o entrar en un estado de ánimo muy violento.
Origen de la expresión:
El basilisco era una criatura de la mitología griega muy violenta con cuerpo de serpiente, cresta de gallo, alas… una especie de dragón extremadamente fuerte e irascible.
Matar el gusanillo
Significa:
Hacer una pequeña comida o tentempié.
Origen de la expresión:
Antiguamente se creía que en el estómago había un gusano que se comía todo lo que llegaba y protestaba con sus molestias cuando el “huésped” tenía hambre. Se creía que el alcohol adormecía a este animal, por lo que muchos, con la excusa de librarse de las molestias del animal, consumían aguardiente desde el desayuno para “adormecerlo”… lo cual no era sino una excusa para beber alcohol a todas horas. Con el tiempo se extendió su uso también para hacer referencia a cualquier tipo de comida, no solo bebida.
Montar un pollo
Significa:
Provocar una pelea o discusión.
Origen de la expresión:
Pese a escribirse con elle, la expresión viene de “poyo”, con “y” griega, que significa banco y viene de “pódium”, en latín, que era el lugar en el que se subían los oradores en los parques y plazas para gritar sus ideas. Era una práctica habitual que servía para conseguir adeptos a una causa.
Aburrirse como una ostra
Significa:
No tener ninguna distracción ni entretenimiento.
Origen de la expresión:
Aunque nadie dude de la alocada vida de estos moluscos en el mar, la expresión viene del “ostracismo”, que era el castigo griego en el que se expulsaba de la ciudad a alguien para que viviera lejos de la comunidad. En la antigua Grecia, la polis lo era todo, y vivir en el campo alejado de otros era un aburrimiento supino para los condenados.
Ir más chulo que un ocho
Significa:
Vestir elegantemente o dárselas de ello.
Origen de la expresión:
Los chulapos de Madrid iban engalanados a la Ermita en San Isidro en el tranvía número 8, que hacía el trayecto desde la Puerta del Sol hacia el Manzanares. Por lo tanto, no había nada más chulo que un tranvía (el 8) lleno de chulapos.
Caer chuzos de punta
Significa:
Llover abundantemente.
Origen de la expresión:
Un chuzo era un arma similar a una lanza que usaban los serenos en nuestro país para defenderse mientras hacían la vigilancia. Cuando la lluvia es muy violenta, se dice que las gotas caen abruptamente, como chuzos de punta…
Costar un ojo de la cara
Significa:
Conseguir algo con mucho costo o esfuerzo.
Origen de la expresión:
Cuando Diego de Almagro volvió triunfal de sus conquistas en América lo hizo sin un ojo que había perdido por el impacto de una flecha durante una de las batallas en las que luchó contra los indígenas. Cuando se presentó ante el emperador Carlos I y este le agradeció los servicios a la patria, aquel le dijo: “Defender los intereses de la corona me ha costado un ojo de la cara”.
Estas son solo algunas de las expresiones más conocidas del español, pero hay muchas más… ¿cuántas te sabes tú?