¿Cómo hacer que mi gato se acostumbre a otro animal?

Hacer que un gato se acostumbre a otro animal no es imposible. Aunque no lo creas, estos animales son mucho más sociables de lo que parece pese a su fama de orgullosos, independientes e intratables. No obstante, introducir una nueva mascota es algo que tiene que hacerse con calma, como recomiendan los veterinarios.

¿Cómo hacer que las mascotas se hagan amigas?

Si nunca has tenido una mascota, te pierdes una de las mejores experiencias de la vida. En el caso de los gatos, tendrás a tu lado un ser que te devolverá todo el cariño que le des, que no te dejará solo en ningún momento y con el que podrás disfrutar de todo tipo de juegos. Sin embargo, a la hora de unir este animal con otro no puedes actuar de cualquier manera, en especial si el gato ya es mayor y siempre ha estado solo.

Quizás no pase nada y ambas mascotas acaben llevándose bien, pero las posibilidades de que se lleven mal son bastante altas. Además, ten en cuenta que no es lo mismo presentarle a tu gato un nuevo felino que un perro. Para evitar problemas, nada mejor que atender a algunos consejos.

Los gatos son animales muy territoriales. Establecen un vínculo afectivo con el espacio en el que viven y lo llenan de marcas olfativas y visuales para organizarlo y orientarse. Por eso, es normal que la llegada de un nuevo miembro a la familia les afecte negativamente.

¿Cómo presentarle un nuevo gatito?

A la hora de presentar un nuevo gato hay que tener en cuenta algunos aspectos. Estos animales son muy pulcros, en especial en las cajas donde hacen sus necesidades, y cuando son mayores no les gusta ser molestados y son un tanto territoriales. Por estas razones, que estalle un conflicto es una posibilidad que has de tener en cuenta.

Lo primero que debes hacer es preparar la casa para el nuevo animal. Antes de traerlo, ve con el transportín para que el gatito deje su olor en él, algunos juguetes y una manta. Al volver a tu casa, sin la nueva mascota, deja el transporte para que tu gato se familiarice con el nuevo olor. El objetivo es que no se extrañe más tarde y no actúe de manera agresiva con su futuro compañero.

Según los expertos es recomendable tener un número de cajas de arena igual al numero de gatos más uno. Es decir, que si tienes dos gatos en casa lo recomendable es tener tres cajas de arena para prevenir problemas de comportamiento.

Otro consejo es dejar una habitación lista para el nuevo inquilino de la casa. Esta no es una medida duradera, es solo para establecer la norma de que cada uno comerá y beberá en sus propios cuencos. De otro modo, uno de los gatos puede acabar imponiéndose al otro, lo que causará luchas y un aumento del estrés en el que haya perdido la batalla.

Durante los primeros días es recomendable que cada gato tenga su propio espacio. Lo más importante es que vayan acostumbrándose a la presencia del otro mediante los olores. Solo de este modo podrán tolerarse en el futuro.

Cuando traigas al nuevo inquilino, encierra a tu gato adulto en una habitación con sus juguetes favoritos y la comida. Mientras, deja al recién llegado que recorra a sus anchas la casa y llévalo luego a su habitación. Permite que el otro salga y procura que huela tus manos. Reconocerá el olor del gatito y ya no se asustará. Dale una recompensa en forma de comida para tranquilizarlo.

Por último, permite que ambos se conozcan a la hora de la comida, pero estate preparado para separarlos en caso de problemas. Sin embargo, con los preparativos anteriores no se asustarán el uno del otro y acabarán por tolerarse. Asimismo, en el futuro trátalos por igual y deja que establezcan una relación por sí mismos.

Aunque los primeros encuentros no serán fáciles, ten paciencia.  Al final tu gato se acostumbrará y aceptará al nuevo miembro de la familia como uno más. Incluso puede que se hagan buenos amigos.

¿Cómo unir a un perro y un gato?

Cómo juntar mascotas llega a ser complejo, pero lo es más cuando son de diferente especie. En este caso, seguro que estás al tanto de que el perro y el gato no congenian bien, salvo que sepas lo que estás haciendo. Lo primero que tienes que hacer para que ambos se conozcan es estar atento al perro. Estos sienten la necesidad de perseguir todo lo que se mueva, por lo que si tu gato huye de él, vas a tener que detenerlo y tranquilizarlo para que no le persiga.

Es muy importante que tu gato se sienta seguro. De lo contrario, puede que se defienda y arañe o muerda al perro. Recuerda que lo que para un perro puede ser un gesto amistoso, para un gato no lo es.

Si presentas un cachorro a un gato adulto o viceversa, los tiempos de separación deberán ser más amplios. Jamás fuerces el contacto físico entre ambos, pues es muy probable que se hagan daño aun sin ser agresivos. Además, procura que sus juguetes estén separados, igual que los comederos, y bajo ningún concepto la cama del perro debe estar cerca de la caja de arena del gato.

Lo ideal sería mantener a tus mascotas en habitaciones conectadas pero con la puerta cerrada. Los animales olfatearán debajo de la puerta y se acostumbrarán a la presencia y el olor del otro sin estresarse.

Con tiempo, y sin forzarles, acabarán adaptándose el uno al otro, especialmente si son de edades similares. Al final, podrás decir con orgullo que tu perro y tu gato se llevan de fábula.

Los perros y los gatos pueden superar sus diferencias y hacerse amigos sin problemas. Lo más importante es que tengas la paciencia y los conocimientos necesarios para que estos puedan llevarse bien desde el principio.

En definitiva, lograr que tu mascota se acostumbre a otro animal es tan simple como tener cuidado. Si no fuerzas la situación y respetas el espacio de cada uno, al final acabarán por congeniar. Sin embargo, en caso de fallar, lo mejor es que los separes para evitar daños graves en ambos animales. Ahora que sabes cómo hacer que las mascotas se hagan amigos, ¡comparte esta entrada!