Psicólogos en el barrio de El Raval (Barcelona)

Consulta en el listado de Páginas Amarillas terapeutas cercanos. Corrobora en sus webs si cuentan con planes específicos para tu problema. Quizás hablen, además, del proceso para tratar la ansiedad. Así te harás una idea de las fases. No olvides leer opiniones de pacientes y comprobar a través del Colegio Oficial de Psicólogos si tu futuro aliado cuenta con titulación.

El profesional te interrogará para conocer los antecedentes. Empleará el diálogo, la escritura y otros procedimientos de expresión como el dibujo para conseguir desenredar ese nudo cerebral que te bloquea. Marca los objetivos trazando una hoja de ruta e informa de cada avance.

Depende del problema del paciente y de sus características. Si tenemos en cuenta la media de una terapia genérica, de tres meses a un año. Puede prolongarse varios años (hasta diez) en el caso del psicoanálisis.

¿Cada vez que te planteas cuándo ir al psicólogo te frena el aspecto económico? Para hacer las cuentas con eficacia debes saber que la media por sesión está fijada en unos 50 euros. La cifra aumenta si hablamos de terapia de pareja (entre 60 y 70 euros).

Cuando tienes síntomas de depresión: dificultad para conciliar el sueño, sentimientos de inutilidad y odio a ti mismo, falta de energía, tristeza continua… ¿Piensas que nada tiene sentido? Es hora de llamar a un profesional de la psicología. También si el estrés afecta demasiado a tu conducta con los demás y si sufres falta de autoestima, fobias,problemas de habilidades sociales, trastornos de la alimentación…

Cada paciente es único y no a todo el mundo le funciona la misma terapia. Unas combinan las sesiones personales con conversaciones en grupo e incluso con algún tipo de medicación. El tratamiento perfecto es el que se adapta a ti.

Lo habitual se que necesites cinco sesiones semanales de una hora, en los casos menos graves, o incluso 50 en situaciones traumáticas. El tiempo se mueve en ese baremo. Depende del problema y de su alcance.

El experto lo valorará, pero el éxito, generalmente, se consigue combinando ambas alternativas. De hecho, en algunos casos como en la depresión, la medicación resulta vital.

Te hace sentir cómodo y no habla por hablar. Utiliza estímulos discriminativos para facilitar tu cambio. Potencia las conductas deseadas y la interacción. Busca la solución estudiando vías como la observación de la conducta o la indagación en las relaciones afectivas.

Las terapias de pareja se dividen en parcelas concretas: clarificación de sentimientos, reparto de las tareas domésticas, relaciones sexuales… Normalmente, uno suele echarle la culpa al otro, percepción que hay que desmontar en estas sesiones para llegar a un entendimiento. Se ponen tareas semanales a cada miembro para corregir sus comportamientos negativos. La terapia familiar suele seguir un proceso similar.

Algunos de tus traumas pueden tener origen en la infancia. En ese caso, será un tema para tratar en la consulta. Pero no tiene por qué aparecer en otras terapias. Por ejemplo, los problemas de entendimiento con tu pareja o tu estrés son causados por situaciones recientes.

Es un signo de valentía, no de debilidad. Implica ser totalmente sincero con el profesional, solo así te ofrecerá las herramientas más indicadas. Si mientes al experto, te mientes a ti mismo. Ahora que conoces las respuestas para contactar con el psicólogo que cambiará tu vida, corre a contarle las claves a ese ser querido que padece depresión. ¡Tu aliento le animará a seguir tu ejemplo!